martes, 25 de diciembre de 2012

Hoy borro cualquier atisbo de felicidad que pudiera haber escrito ayer en una entrada que nunca llegué a publicar. Hoy borro aquel "voy a ser feliz, contra todo, contra todos".
Hoy me he dado cuenta que hay un algo y un alguien que pueden hacer que mi felicidad se desvanezca en décimas de segundos. "Feliz navidad" dices tú. "Que te jodan" es mi respuesta.
Hay cosas que puedo tolerar, que me pueden o no afectar y que ni se me note. Pero hay una, una sola, que siempre será mi debilidad. Ella, mi madre, la que me dio la vida. No puedo ser fuerte si la veo a ella caer. No puedo sonreír mientras ella llora. Es un efecto dominó en el que al caer su primera lágrima, la mía va detrás.
No la puedo abrazar y decirla que sea fuerte, que todo va bien mientras yo lloro. No puedo darla un beso en la frente y decirla que sonría cuando no soy capaz de mirarla a los ojos porque me derrumbo.
No puedo. Simplemente eso. Esas dos palabras que han salido de su boca esta noche tantas veces, que me ha convencido a mí. No puedo.
No puedo ser yo la fuerte de las dos, porque simplemente, el ser fuerte nunca fue para mí. No puedo ser la que la diga que todo está bien, la que la acuesta, la arropa, la da un beso en la frente y cuando me encierro, me meto debajo de la mesa y me echo a llorar. Me echo a llorar, como una cría, con mi peluche entre mis brazos y tantos recuerdos en la mente.
"La vida no es justa" dijiste. Y eres el mismo que ateniéndose a eso eres el ser más injusto de este universo.
Tengo clara una cosa y es que me da igual con cuanta gente tenga que discutir, a cuanta gente tenga que dejar de hablar, porque mi madre es mi madre y no permito que nadie la haga más daño. No permito que hablen mal de ella.
Me da igual sacrificar una noche en familia por asegurarme de que ella está bien, por no dejarla sola, por saber que ella está tranquila, en la cama, durmiendo como una criaja.

martes, 18 de diciembre de 2012

¿Dura? Puede.

Llega la navidad y con ella la mierda de todos los años.
El consumismo, la "alabanza" al señor, la puta manía de recordarte lo que no tienes, y posiblemente ni tendrás, y a quien ya no está. Las putas ganas de llorar y el asco que sientes al ver que las navidades ya no volverán a ser lo que eran.
Me canso de ese típico mensaje de navidad de felicidad, familia y demás mierdas que ya no existen en esta época.
Me canso de ese "todo va a ir bien" o de ese "es muy bonito que eches de menos a quien ya no está a tu lado". ¿Sí? ¿En serio? Pues yo estoy hasta la polla de que cada vez todo vaya a peor, de que cada vez necesite un abrazo suyo con más fuerza.
No puedo levantarme el día de navidad, ni de nochebuena, ni de nochepollas feliz, porque vuestro "adorado dios" al que se supone que en estas épocas tenéis más presente es muy benevolente y jus...JAJAJAJAJAJAJA.
Creéis en un dios que permite que muera gente buena e inocente, un dios que deja que mueras de hambre, un dios que te hace taaaaaaaanto caso, que mañana te quitarán la casa y no tendrás a dónde ir. Pero feliz navidad, hombre, que es un momento para sólo ser feliz.
Deséale feliz navidad a aquella mujer que aguanta los golpes y desprecios de su marido. Que no habla por miedo a algo peor.
Deséale feliz navidad a aquel hombre con familia que perdió su casa y tiene que soportar ver cada día cómo sus hijos se mueren de hambre.
Deséale feliz navidad a aquellos padres que no saben cómo explicarle a sus hijos que este año no habrá reyes magos que valgan.
Deséale feliz navidad a aquel soldado que está en medio de una guerra porque dos políticos, reyes, caciques, religones o su puta madre, han decidido odiarse y luchar "entre ellos".
Deséale feliz navidad a esa madre que vive cada día esperando noticias de su hijo para saber si sigue vivo o si ha muerto en una guerra que no es la suya.
Deséale feliz navidad a aquel que ha perdido el empleo y no sabe cómo va a sobrevivir.
Deséale feliz navidad a aquella viuda que no tiene más familia que su propia televisión.
Deséale feliz navidad a esta realidad diaria, que tiene de todo menos felicidad. Feliz navidad mis cojones.

martes, 4 de diciembre de 2012

No soy.

No soy quizá la persona más indicada para decirte que todo va a ir bien. Sabes que no soy precisamente optimista, todo lo contrario, casi me tendrías que animar tú a mí, en vez de yo a ti.
Sé que eres fuerte y sé que puedes con esto y con todo lo que te echen encima.
No necesitas que te digan que todo irá bien, pues tú ya lo sabes de sobra.
No necesitas un "sé fuerte", porque tú ya lo eres.
Que por muy mal que vengan las cosas, una sonrisa es lo mejor para combatirlas.
Y no te preocupes nunca por nada, que sabes que hay cosas que se quedarán siempre entre tú y yo.
Que para todo y más, estoy aquí y lo sabes de sobra.
Un gran abrazo será lo mínimo que puedo hacer por ti, y conste que siempre tendrás uno.
Una mala noche, repleta de pesadillas, a una por hora conmigo levantándome tras cada una a beber agua, coger aire y valor y volver a la cama. Una mala noche, que conlleva un mal día que se ve confirmado cuando miras la fecha. Rabia que recorre todo tu cuerpo al descubrir el gran día que te debería esperar hoy y que, como el año pasado, no ocurrirá. Esto sólo ayuda a empeorar aún más tu humor (sí, parece ser que es posible empeorarlo más). Malas contestaciones, malas caras y tus ojos que se empañan continuamente cuando, sin quererlo, te acuerdas del día que es hoy. Tú diciéndote a ti misma "No llores, no seas tan débil, no delante de tanta gente". Te tumbas sobre tu mesa, dejas que caiga una y no más. Coges aire, te levantas y "sonríes", porque sabes que tu sonrisa ahora mismo muestra de todo menos felicidad. Otra vez tus ojos empañándose y tú cabreándote contigo misma por ser tan jodidamente débil. "No, Bárbara Dolores, ni se te ocurra". Coges aire, una, dos, tres veces. ¿Escalofríos? ¿Cómo os atrevéis a pasar por mi cuerpo? Santa Bárbara que truena, con mi carácter de hoy, está claro que me hace justicia el nombre. ¿Por qué trueno? Porque sé que al llegar a casa no tendré ese "Santa Bárbara que truena, patrona de la artillería y de la minería, felicidades Barbarita". ¿Doler? No puta idea de lo que es doler en estos momentos. 
-Felicidades, es tu santo.
+Ya.
Otra vez esas jodidas lágrimas. ¿Por qué me odiáis tanto? ¿Y este nudo en la garganta? Vete, nadie te ha llamado. 
Me odio, me odio con mucha fuerza. Qué huevos me pasa. Si no sé ni yo lo que querría hoy.