martes, 2 de julio de 2013

Mis miedos se alejan cuando tú no estás en mí.

Un día te dije que te cansarías de mí, que me acabarías odiando. Me refería a todo esto, a mis cambios de humor, a pagarlo todo con quien no debo, a ser tan cría. ¿Creías que te mentía?
Dices que no te conozco del todo, que sólo he visto tu parte buena, ¿en serio crees que tú a mí me conoces del todo? No soy tan estable como suelo mostrar, ni tan fría, ni tan indiferente a lo que sucede a mi alrededor.
Todo me afecta, mucho. Por cualquier tontería me echaré a llorar, deberías tenerlo presente. 
Seré la persona más celosa que te puedas encontrar, aquella que se emparanoiará por lo más mínimo, y que aunque no abra la boca, estará jodidísima. Y créeme, no es precisamente falta de confianza, es, simplemente, mi forma de ser.

Quizá es eso, el miedo. El miedo a que todo esto acabe mal, a acabar peor que cuando empecé. A todo. Miedo a mí. Miedo a ti. Miedo a ser yo.r feliz.

Quizás, y sólo quizás.

Un día te escribo la entrada más bonita del mundo, diciéndote todo lo que te quiero, que eres lo mejor que tengo, que espero estar siempre junto a ti, y al siguiente, sólo quiero mandar todo a la mierda. Dejar que todos los sentimientos que me dominan ahora mismo, manden sobre mí, sobre mi corazón y dejar que hagan que esto se acabe. Será que quizá, los momento malos nunca han compensado a los buenos. ¿Malos? Demasiados: echarte de menos, no verte, celos, paranoias, rayadas, excesiva confianza. ¿Buenos? Los momentos contigo, los cuales, son escasos. ¿De verdad me compensa una semana de pasarlo mal por un día de felicidad contigo?
Quizá tienes razón cuando dices que soy muy joven para joderme así. Es verdad que antes de conocerte estaba echa una mierda, pero ahora mismo no es que esté mucho mejor.
Quizá escribo desde mi cabeza quemada, desde mi sangre ardiendo, desde el más profundo dolor. Quizá sólo necesite tener la cabeza fría un rato, pensar, saber cómo actuar.
Quizá sólo necesito un tiempo, poder pensar, sin que me estés diciendo que me quieres y la balanza se incline a tu favor. 
Quizás, todo quizás, siempre quizás.

lunes, 1 de julio de 2013

It's all so different now, emotions burn me out

Hoy escribo, desde mi vena ñoña. Escribo más enamorada que nunca, tan estúpida como siempre. Escribo por necesidad, por no gritar todo lo que siento, porque necesito que todo lo que me invade ahora mismo, salga de mí, para poder pensar en todo lo que me pasa, poner en orden mis ideas, mis no pocos sentimientos, mis grandes dudas, mi amor por ti.
Han pasado 3 meses y 13 días. No pocas horas juntos, quizá no todas las que querríamos, quizá no tantas escapadas como nos merecíamos. Quizá la distancia es muy puta, pero podría ser peor. También podría ser mejor, estar todos los días juntos, pero ¿sabes? Prefiero estar como estamos, pillarte con todas las ganas de días echándote de menos, lanzarme a ti nada más llegar, sin un hola, dejándote con las palabras en la boca, boca que se pega a la mía y me dice más en un beso que hablando. 
"I'd kill to taste your kiss"

Supongo que es esa sensación de que todo va bien, de que todo irá a mejor, cada vez que estoy a tu lado. Que esa sensación sólo la tengo cuando estoy contigo, abrazada a ti cual mono, desnuda de cintura para arriba, con los ojos cerrados, quietos en mitad de una piscina. Esa calma, esa tranquilidad, el único momento en que mi corazón late tranquilo, sin ninguna arritmia, con el agua por la boca, siendo feliz, como seguramente no he sido un muchísimo tiempo. 
"I never believed in much, but I' believe in this"

Eres todo eso que nunca he querido, pero siempre he necesitado. El único que sabe cómo hacerme salir de mi cabezonería, cómo hacer que me tranquilice, el único que sabe comprender qué me pasa con sólo mirarme. Eres mucho más de lo que me esperaba de alguien. Eres todo eso, que nunca volveré a encontrar. Eres el culpable de que sea feliz, de que madure, de que me vuelva cada día más friki, el que me hace ver cómo son realmente las cosas, todas aquellas cosas que sé cómo son pero no las quiero ver.
Eres el que tiene mis mismas reacciones, mis pensamientos, mi corazón.

-Pues te apago.
+No, no, no, que soy buena.
-Pues te enciendo.
+¡Que noo! Que estoy muy bien como estoy, en standby.
-¿Te importa salir de mi cabeza? -Sonríe mientras me ahoga en su piscina.

No necesito nada más si estoy en tu cama, pegada a ti, con tus brazos rodeándome. No necesito nada, nada excepto a ti, a tus besos, a tus abrazos, incluso a tus muchos arañazos.

-El número de moratones que tengas será directamente proporcional al número de horas que estés conmigo. Es el karma, me maltratas, te castiga.

¿Los mejores moratones? Los que provocan tus caderas en mis muslos. ¿Las mejores marcas? Tus labios en mi cintura.

+Me llevas por la mala vida.
-Te gusta la mala vida.
+No, me gustas tú, que vas por la mala vida.
-Y por eso te gusta la mala vida. ¿Qué se siente al estar a las dos de la mañana en un bar echando un billar sin control paterno?

Gracias, por no dejarme salir corriendo como siempre que han intentado quererme, por atarme bien fuerte para que no me escapara, por enseñarme qué es la felicidad.
Gracias, por esas noches a tu lado. Por todos esos "cinco minutos contigo y me pongo ñoño". Por todas esas sonrisas que me robas, por hacerme sonreír de verdad, como nunca he hecho. 

-Me encanta cuando sonríes.
+Lo hago bastante a menudo.
-Sí, pero esa sonrisa rara vez llega hasta tus ojos, ahora mismo tienes ojos de felicidad.
+Es lo que tú provocas.

Ahora mismo no tengo palabras para expresar todo lo que siento por ti, es superior a todo lo que pueda decir al respecto. Simplemente, gracias. 
Por estos dos días, por hacerme la persona más feliz durante 34 horas seguidas.
Te quiero tanto...

"When the world comes crashing down and the skies begin to fall... I'll wait for you"



"Eres preciosa"

-Eres preciosa. -Le dijo mientras ella estaba sentada encima suya.
Ella baja la mirada, contrariándole, queriendo que deje de decir todas esas cosas que ella siempre ha considerado mentira. No le gusta que la digan que es guapa, mucho menos preciosa, nunca ha pensado que sea así. 
-Sí, bueno, si tú lo dices... -Intenta poner cara de cabreada, pero está demasiado enamorada de él para hacer que se cabrea con él.
-Mírame, -le levanta la mirada hacia él, le hace mirarle a los ojos- eres preciosa, sí, eres preciosa, siempre lo eres. Al menos para mí. 
Ella vuelve a bajar la mirada, avergonzada. Ha pasado tiempo y sin embargo, ella se sigue muriendo de vergüenza cada vez que él la dice algo así. Le quiere. Lo sabe. Sabe que no podría vivir sin esa sonrisa que él sólo tiene para ella, sin esa sonrisa pícara que él pone cada vez que le propone algo. No sabría vivir sin un solo "te quiero enana" suyo.
Le abraza. Le abraza bien fuerte. Él le devuelve el abrazo. Es lo mejor que le ha pasado en la vida. Su sonrisa de verdad.