martes, 2 de junio de 2015

Duerme conmigo, si eres piedra da igual, yo seré pedregoso camino.

Te odio porque has hecho que sea incapaz de dormir sin ti, que odie dormir sola.
Ahora mismo solo soy capaz de dormir pensando que te giras y me abrazas, que noto tu respiración en mi cuello, tu vello en mi espalda y tus brazos a mi alrededor. Respirar tranquila, sentirme protegida y tener esa absurda sensación de que estamos hechos el uno para el otro, que encajamos a la perfección. Me dices un "te quiero, pequeña" al oído, y yo me duermo tranquila, como si nada nunca fuera a ir mal.