lunes, 23 de febrero de 2015

Y llorarás.

Escribo desde mi orgullo herido, desde mi autoestima hundida, desde mi corazón malherido.
Escribo desde mi falta de fe absoluta en mí misma, desde mis ganas de llorar, desde esa falta de amor, de cariño y de autocomprensión que tengo.
Desde esa carencia tan absoluta de quererme y sobretodo de gustarme, desde ese odio a mí misma, desde esas ganas de querer de verdad quererme y acabar hundiéndome más a mí misma día tras día.
Y que ha llegado el punto en el que aunque lo intento, mi autoestima no sube más, porque no puede, porque no puedo verme bien ni sentirme bien conmigo misma, porque no, porque no puedo.
Y de qué me sirve llorar a estas alturas si ya la cosa no va a cambiar. Si soy tan poca cosa que ya todo da igual.
"Tengo que quererme" Pero es que para poder quererme, para poder gustarme debería aislarme y no ver a nadie más nunca más, porque en cuanto viera a cualquiera me sentiría tan poquita cosa, tan insignificante, tan humillada que me seguiría faltando el aire, que me seguiría doliendo el corazón.
¿Y qué más da lo que me digan cuando yo sé de verdad lo que valgo y lo que soy? Porque yo valgo menos que nada, porque no merezco nada, porque soy lo peor.
Porque no destaco en nada de lo que hago ni en nada de lo que soy, porque no sé qué sentido tiene nada de lo que hago ni de lo que soy.
Porque me encerraría en una torre, porque no hablaría nunca más con nadie y a lo mejor la cosa mejoraría. Porque así sí que no tendría a la poca gente que tengo, porque así no sería capaz de fallar a nadie en nada.
Porque mi autoestima se desvanece día tras día y duele.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Saqué la espada de mi corazón herido cuando fui consciente de que no era culpa tuya que me la clavaras.
Escribiste en ella la palabra "amor" y yo dejé que me quemara por dentro poco a poco hasta que realmente fui consciente de que cada palabra, no significaba nada.
No sabías, ni sabes, lo que significa amar. Eres el poeta que siempre tiene las palabras, la enciclopedia que siempre tiene la explicación, el que siempre encuentra la moraleja del cuento.
Y es que, cariño, para el amor no hay palabras. No hay expresiones que valgan, no hay nada, salvo gestos, que sean capaces de expresar el amor, y tú, siempre lo has puesto en palabras.
Y dime, ¿cómo explicas lo que sientes cuando te enamoras, si precisamente sabes que estás enamorado porque no sabes explicar lo que sientes?

"He oído lo que los poetas escriben sobre las mujeres. Componen rimas y rapsodias, y mienten. He visto a marineros en la orilla contemplando en silencio la lenta ondulación del mar. He visto a viejos soldados con el corazón de cuero que derramaban lágrimas al ver los colores de su rey ondeando al viento.
Creedme: esos hombres no saben nada del amor.
No lo encontraréis en las palabras de los poetas ni en la mirada anhelante de los marineros."
Patrick Rothfuss.