Tratamos de buscar cosas para ser felices, sin ser conscientes de que lo más simple, es lo que más feliz nos hace. Una mirada, una sonrisa, un gesto.
Y allí estaba yo, siendo feliz. Aún siéndolo, con solo pensarlo. Allí estaba, tumbada en tu sofá, con sólo lo necesario encima, abrazada a un cojín, con los ojos cerrados y pensando en toda esa situación, en ti.
¿Qué me encuentro cuando vuelvo a abrir los ojos? A ti. A ti mirándome, con esa cara de estúpido que pones cada vez que lo haces. Con esa cara que me hace sonreír porque muestra una profunda felicidad. Vuelvo a cerrar los ojos, y al abrirlos, ahí vuelves a estar, con exactamente la misma cara.
"Me gusta verte así"
Pienso. Pienso seriamente en todo lo que te reproché sólo tres días antes de eso, todo eso de lo que no querías darte cuenta. Me siento culpable. Me doy cuenta, de que en realidad la primera que no se da cuenta de las cosas soy yo. Yo, que siempre pienso que encontrarás a alguien mejor, alguien a quien quieras y no me doy cuenta de qué es realmente lo que quieres. De que lo único que quieres es a mí. Te reprocho no darte cuenta de todo lo que te quiero, de tus paranoias estúpidas, de tus "me vas a dejar por él, te gusta, lo sabes", sin darme cuenta de que en realidad sólo me devuelves lo que yo te doy. Te reprocho no ser capaz de ver que eres la única persona de la que no huyo, a la que soy yo la que se acerca, a la que busco siempre. Te reprocho no ser capaz de confiar en que no voy a estar con otro, no al menos mientras te ame, te ame tanto como lo hago ahora mismo. Te reprocho no ser capaz de ver lo que de verdad siento, cuando yo no era capaz de ver esa cara.
Echarme a llorar. Me echo a llorar porque no puedo con esa cara de ilusión que pones, porque sé que te acabaré fallando.
"Cariño, es esperanza. Esperanza de que en algún momento dejes de subestimarte, de que en algún momento llegues a saber todo lo que vales, aunque eso conlleve que me dejes atrás. Quiero ayudarte a superar todas esas barreras que tú misma te pones, que es lo único que no te deja brillar y todos esos complejos estúpidos que tienes. Y pienso estar ahí cuando un día lo consigas, aunque acabes dejándome atrás. Y espero que no sea así, si no ¿qué haría yo solo en esta casa?"
Confías más en mí de lo que yo misma he hecho y posiblemente llegaré a hacer jamás. Te conocí siendo alguien incapaz de confiar en absolutamente nadie, ni siquiera a veces en sí mismo.
"Puedes con ello. ¿Sabes por qué lo sé? Porque confío en ti. Y he de confesar, que confío más de lo que creí que llegaría a hacer."
Puede que tuviéramos un principio "injusto", un tanto tropezado, quizá incluso forzoso por ambas partes. Puede que haya llorado bastantes veces por ello, puede que haya habido días en los que ni siquiera haya podido quitármelo de la cabeza, pero ¿sabes? No me arrepiento de absolutamente nada de lo que ha habido en este tiempo entre tú y yo.
¿Sabes por qué? Porque has sido la única persona que en lo malo, que no ha sido poco, no se ha ido, sino que ha estado, e incluso más. Has sido ese que mientras dos lágrimas me caían ha sido capaz de hacerme reír como si no hubiera mañana, me ha quitado esas dos lágrimas de los ojos, me ha besado y me ha dicho que todo estaba bien, que tú estabas ahí. Porque has sido ese "y si te rayas, pasa cualquier cosa, no puedes dormir, llámame, a la hora que sea" que yo nunca he tenido. Porque eres la única razón que hoy por hoy tengo para sonreír, para salir adelante, para ser fuerte cada mañana.
Y no, no sirvo para ser la fuerte de nosotros dos, y sé que hay veces que me toca, y juro que intento no echarme a llorar, al menos no mientras me ves.
Y no sé si es demasiado triste o demasiado bonito, pero actualmente eres la única persona con la que sé que puedo contar siempre, al que le puedo contar todo, sea lo que sea, todos mis miedos e inseguridades (que no son pocos), mi mejor amigo.
No sé si esto será amor, no sé que es el amor. Sólo sé, que la ultima imagen de cada noche eres tú, abrazándome, como tantas veces has hecho, protegiéndome para que pueda dormir tranquila, y la primera de cada mañana eres tú, en mi cama, con la ya mencionada cara de estúpido.
Y ¿sabes? Duele. Duele mucho. Dueles.
"So next to you, so close to you"
Y allí estaba yo, siendo feliz. Aún siéndolo, con solo pensarlo. Allí estaba, tumbada en tu sofá, con sólo lo necesario encima, abrazada a un cojín, con los ojos cerrados y pensando en toda esa situación, en ti.
¿Qué me encuentro cuando vuelvo a abrir los ojos? A ti. A ti mirándome, con esa cara de estúpido que pones cada vez que lo haces. Con esa cara que me hace sonreír porque muestra una profunda felicidad. Vuelvo a cerrar los ojos, y al abrirlos, ahí vuelves a estar, con exactamente la misma cara.
"Me gusta verte así"
Pienso. Pienso seriamente en todo lo que te reproché sólo tres días antes de eso, todo eso de lo que no querías darte cuenta. Me siento culpable. Me doy cuenta, de que en realidad la primera que no se da cuenta de las cosas soy yo. Yo, que siempre pienso que encontrarás a alguien mejor, alguien a quien quieras y no me doy cuenta de qué es realmente lo que quieres. De que lo único que quieres es a mí. Te reprocho no darte cuenta de todo lo que te quiero, de tus paranoias estúpidas, de tus "me vas a dejar por él, te gusta, lo sabes", sin darme cuenta de que en realidad sólo me devuelves lo que yo te doy. Te reprocho no ser capaz de ver que eres la única persona de la que no huyo, a la que soy yo la que se acerca, a la que busco siempre. Te reprocho no ser capaz de confiar en que no voy a estar con otro, no al menos mientras te ame, te ame tanto como lo hago ahora mismo. Te reprocho no ser capaz de ver lo que de verdad siento, cuando yo no era capaz de ver esa cara.
Echarme a llorar. Me echo a llorar porque no puedo con esa cara de ilusión que pones, porque sé que te acabaré fallando.
"Cariño, es esperanza. Esperanza de que en algún momento dejes de subestimarte, de que en algún momento llegues a saber todo lo que vales, aunque eso conlleve que me dejes atrás. Quiero ayudarte a superar todas esas barreras que tú misma te pones, que es lo único que no te deja brillar y todos esos complejos estúpidos que tienes. Y pienso estar ahí cuando un día lo consigas, aunque acabes dejándome atrás. Y espero que no sea así, si no ¿qué haría yo solo en esta casa?"
Confías más en mí de lo que yo misma he hecho y posiblemente llegaré a hacer jamás. Te conocí siendo alguien incapaz de confiar en absolutamente nadie, ni siquiera a veces en sí mismo.
"Puedes con ello. ¿Sabes por qué lo sé? Porque confío en ti. Y he de confesar, que confío más de lo que creí que llegaría a hacer."
Puede que tuviéramos un principio "injusto", un tanto tropezado, quizá incluso forzoso por ambas partes. Puede que haya llorado bastantes veces por ello, puede que haya habido días en los que ni siquiera haya podido quitármelo de la cabeza, pero ¿sabes? No me arrepiento de absolutamente nada de lo que ha habido en este tiempo entre tú y yo.
¿Sabes por qué? Porque has sido la única persona que en lo malo, que no ha sido poco, no se ha ido, sino que ha estado, e incluso más. Has sido ese que mientras dos lágrimas me caían ha sido capaz de hacerme reír como si no hubiera mañana, me ha quitado esas dos lágrimas de los ojos, me ha besado y me ha dicho que todo estaba bien, que tú estabas ahí. Porque has sido ese "y si te rayas, pasa cualquier cosa, no puedes dormir, llámame, a la hora que sea" que yo nunca he tenido. Porque eres la única razón que hoy por hoy tengo para sonreír, para salir adelante, para ser fuerte cada mañana.
Y no, no sirvo para ser la fuerte de nosotros dos, y sé que hay veces que me toca, y juro que intento no echarme a llorar, al menos no mientras me ves.
Y no sé si es demasiado triste o demasiado bonito, pero actualmente eres la única persona con la que sé que puedo contar siempre, al que le puedo contar todo, sea lo que sea, todos mis miedos e inseguridades (que no son pocos), mi mejor amigo.
No sé si esto será amor, no sé que es el amor. Sólo sé, que la ultima imagen de cada noche eres tú, abrazándome, como tantas veces has hecho, protegiéndome para que pueda dormir tranquila, y la primera de cada mañana eres tú, en mi cama, con la ya mencionada cara de estúpido.
Y ¿sabes? Duele. Duele mucho. Dueles.
"So next to you, so close to you"