martes, 7 de abril de 2015

Fight for me.

Y él supo que no tenía escapatoria en el momento en el que se giró y la vio desnuda, acurrucada entre sus sábanas. Tan blanca, tan pequeña, tan suave... No podía dejar que nada la hiciera daño y, sin embargo, estaba seguro de que él se lo haría. Nunca había sido bueno para nadie, ni para él mismo.
Pero en ese momento se hizo una promesa, la de intentar hacerla feliz a toda costa, ya que su sonrisa era lo más bonito que él había visto nunca. Y seguramente poblara sus sueños más felices durante mucho, mucho tiempo.
Lucharé por ella, se dijo, y la cuidaré como si fuera el mayor tesoro del planeta.

miércoles, 1 de abril de 2015

Y cayó.

Y mi Dionisio se cayó de su altar al demostrar que su perfecta perfección, al fin y al cabo, no era tan perfecta.
Su sutil belleza se disipó con el humo de su cigarro, su grandiosidad se fue con la personalidad que le quedaba.
Y se quedó sólo, vacío, sin vida, sin amor.
Sólo un caparazón con forma de hombre perfecto, sin nada dentro, solo dolor y angustia. Sin perfección. Sin él mismo. Sin mi cariño y adoración. Sin .